MÉXICO, D.F.— Ante al menos 50 mil personas reunidas en la explanada del Zócalo capitalino, el líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró ayer que mantendrá acciones de protesta en todo el país para impedir que se apruebe la reforma energética hasta que se tenga un debate nacional sobre el tema.
El ex candidato presidencial aclaró, sin embargo, que la resistencia que encabeza será pacífica: "En esta lucha no queremos ni un vidrio roto, ni una sola pedrada", pidió a sus seguidores durante el multitudinario mitin que encabezó ayer en contra de la reforma energética por considerar que "privatizaría" la industria petrolera, controlada actualmente por el Estado.
Como parte de la lucha para impedir la citada reforma, López Obrador anunció, además, que a partir de hoy se extenderán brigadas de información en los 32 estados del país para dar a conocer "la verdad" sobre la iniciativa que el presidente Felipe Calderón presentó al Senado el pasado miércoles.
"Irán casa por casa, barrio por barrio, pueblo por pueblo", advirtió. "Existe el riesgo de que México caiga en constantes confrontaciones con el extranjero y lo que deseamos es paz y por eso defenderemos el petróleo".
El segundo paso del movimiento, según López Obrador, será la movilización informativa nacional "en defensa del petróleo" avalada por los izquierdistas Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT) y Convergencia, asociados en el Frente Amplio Progresista (FAO). López Obrador aprovechó el mitin de ayer para condenar a los medios de comunicación que han atacado el movimiento en su contra.
El debate sobre la citada reforma energética está paralizado debido a que legisladores de los partidos agrupados en el FAO mantienen tomadas las tribunas del Senado y la Cámara de Diputados desde el pasado jueves. López Obrador consideró un triunfo el hecho de que se haya impedido hasta ahora la discusión de la propuesta del Ejecutivo. A su juicio, debe darse un "debate nacional" desde abril hasta agosto próximo para discutir la transformación de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex)".
Al respecto, el senador izquierdista Dante Delgado, fundador del Partido Convergencia y quien fue orador en la manifestación de ayer, advirtió ante los miles de congregados que "los legisladores no traicionarán su palabra empeñada" y por tanto, no soltarán los recintos hasta que se acepten sus tiempos planteados para el debate.
Mientras tanto, congresistas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) plantean flexibilizar los tiempos.
En el transcurso del mitin de ayer, en el que nuevamente López Obrador volvió a congregar a miles de seguidores, la multitud gritaba vivas y hurras y agitaba banderas de sus respectivas organizaciones sociales que se diferenciaban por colores: camisas rojas del Frente Popular Francisco Villa, movilización que invade predios para vivienda.
En la explanada del Zócalo resaltaban las gorras amarillas de los trabajadores de los gobiernos perredistas y las playeras rosas de las mujeres autodenominadas "Adelitas", que sirven de punta de lanza en los plantones frente al Legislativo.
Para llevar a cabo sus protestas contra la reforma energética López Obrador comanda una fuerza de alrededor de 28 mil voluntarios, de los que unos 10 mil son mujeres.
Además de los grupos políticos, ancianos, niños, estudiantes, amas de casa y profesionistas se han solidarizado a una causa que consideran como la cereza del pastel de saqueos, corrupciones y robos que los gobernantes han ejecutado durante varias décadas.
Desde esta perspectiva, López Obrador es una especie de justiciero al que se debe acudir para sumar agravios y combatirlos.
Soledad Leura, una profesora de primaria de 37 años dice que ya está harta de ganar tres mil pesos mensuales (unos 280 dólares) mientras un grupo reducido de millonarios se apoderan de las riquezas del país.
El ejemplo que Soledad tiene más presente es el del segundo hombre más rico del mundo, según la revista Forbes: el mexicano Carlos Slim.
El magnate controla el servicio telefónico en México y se ha expandido con fuertes inversiones en la banca, infraestructura, comercio y telecomunicaciones a través de sus capitales con corporaciones como Inbursa, IDEAL, CICSA, Grupo Carso, América Móvil y Telmex.
Además de los hombres nacionales como Slim, la gente como Soledad desconfía de los inversionistas extranjeros que tengan posibilidades de incursionar en las áreas que serían abiertas al capital privado.
La propuesta de Calderón busca que Pemex se abra a áreas como la refinería, la petroquímica, el transporte y el almacenamiento de crudo.
Esto, dice AMLO, dejaría a la paraestatal como "una simple abastecedora de crudo".
Actualmente, el 40% de las finanzas públicas dependen de los recursos que aporta la industria petrolera en México, cuyo principal ingreso proviene del pozo Canterell, ubicado en el Golfo de México, que se encuentra en declive.
El gobierno ha propuesto permitir la inversión privada en Pemex ante la preocupación por el paulatino agotamiento de las reservas de crudo y la necesidad de refinerías . Por su parte, los izquierdistas proponen mejorar la administración y combatir la corrupción en la paraestatal.
© Copyright 2003 Lozano Enterprises. All Rights reserved.
Más noticias en laopinion.com